" EL ARTE DE LA EMPATÍA "
Toda aquella persona que ha logrado destacar, tanto en el ámbito personal, social o laboral, definitivamente sabe "ponerse en los zapatos del otro".
Hay que recordar que todos los días y en todo momento ejercemos relaciones públicas: con nuestros amigos, con nuestros jefes y compañeros de trabajo, con la familia, con el mesero, con el taxista, etc., etc.
Pero….¿ qué pasa ? La empatía y las relaciones públicas no deben ser una actitud ocasional, sino un sistema de todos los días y en todo momento.
¿ Qué se necesita para practicarla ?
- Actitud positiva. Debemos disfrutar de la gente, sabiendo que siempre vamos a aprender algo nuevo de todas las personas que conocemos.
- Sonreir. Sin lugar a dudas, es la mejor arma con la que contamos. Desgraciadamente, mucha gente rara vez la utiliza.
- Saber escuchar. No solo oir, debemos escuchar a todas las personas para evaluarlas y conocer, a través de su voz y sus palabras, su esencia y personalidad.
- Demostrar interés. Hay que tener presente que si deseamos que se interesen por nosotros, tenemos que mostrar un interés genuino por los demás.
- Halagar. Cuando lo hacemos de manera honesta, es el mejor motor que motiva a todo el mundo a hacer su mejor esfuerzo una y otra vez.
- Respetar. Partiendo de la base que todos somos y pensamos diferentes, debemos respetar la individualidad de todas las personas, es lo que hace interesante las relaciones personales.
- Ser flexible. Todos nos equivocamos y debemos tratar de solucionar, remediar y tomar como experiencia los errores. Hay quien solamente se preocupa de acusar y culpar.
- Ser honesto. Debe ser la base para sentirnos bien con nosotros mismos y ganarnos el respeto de los demás.
- Ser congruente. Simplemente, que tus palabras y tus hechos sean los mismos.
- Ser sutil. La forma en que decimos las cosas debe ser sincera, pero hay que usar la cautela y la sutileza para encontrar el momento y las palabras adecuadas para no herir susceptibilidades.
- Sentido del humor. Quizá la característica más importante de la gente que es popular. No hay que tomarnos tan en serio. Los primeros que debemos reirnos de nosotros, somos nosotros mismos. Un día sin reir es un día desperdiciado.
Recuerda que a veces la vida agitada, la falta de comunicación y a veces la timidez hace que nos privemos de disfrutar de la compañía de la creación más bella y rica del universo….
EL SER HUMANO.