Toda aquella persona que ha logrado destacar, tanto en el ámbito personal, social o laboral, definitivamente sabe relacionarse de manera efectiva con los demás. Podemos reducir a una sola palabra cualquier tratado de relaciones públicas: EMPATÍA. Todos decimos que es "ponernos en los zapatos de los demás." Sin embargo, esto no siempre es posible, ya que el entorno, la situación, la experiencia de alguien más puede ser tan lejana o improbable que no nos podemos identificar con esa persona. La empatía es comprender, aceptar y no prejuzgar. Todos los días nos relacionamos con diferentes personas y ambientes con la familia, los amigos, los compañeros de trabajo, con meseros, taxistas, etc. Si queremos que los demás nos perciban de manera positiva, tener impacto y vender nuestras ideas y a nosotros mismos, hay pasos sencillos para lograr ese "encanto personal". ACTITUD POSITIVA. Aprender a realmente disfrutar de la gente, sabiendo que de todos siempre vamos a aprender algo. SONREÍR. La mejor arma con la que contamos en muchas ocasiones. Desgraciadamente, algunos piensan que sonreír "les quita seriedad". Hay momentos para todo y una sonrisa es necesaria para romper el hielo. SABER ESCUCHAR. No sólo oír, sino escuchar realmente a las personas con las que tratamos. Ahí está la clave para descubrir y evaluar a las personas. Conocerlas nos ayudará a acercarnos y relacionarnos con ellas fácilmente. DEMOSTRAR INTERÉS. Si deseamos que se interesen por nosotros, tenemos que mostrar interés por los demás y nunca dar la impresión de desinterés o fastidio. HALAGAR. Siempre hay algo bueno en todos. Un halago es el mejor motor que motiva a todas las personas a dar su mejor esfuerzo. RESPETAR. Todos somos diferentes, debemos respetar la individualidad de todas las personas. SER FLEXIBLE. Todos nos equivocamos. Debemos solucionar o aportar ideas y no solamente culpar y acusar. SER HONESTO. La honestidad siempre paga excelentes dividendos y debe ser la piedra angular para sentar las bases de una relación positiva con los demás. SER CONGRUENTE. Relacionarnos de manera sana con nosotros mismos para relacionarnos bien con los demás. SER SUTIL. La forma en que decimos las cosas debe ser honesta y sincera, pero hay que usar la cautela para encontrar el momento, las palabras y el tono de voz adecuados para no herir susceptibilidades. SER CULTO. ¿De qué platico? Hay que enriquecernos leyendo de todo. Mantenernos actualizados, poder iniciar y mantener una charla interesante. SENTIDO DEL HUMOR. La característica más importante de la gente que es popular. No hay que tomarnos tan en serio. Los primeros que debemos de reírnos de nosotros mismos, somos nosotros mismos. Por supuesto, demostrar seguridad y aplomo en cualquier situación,facilidad de palabra y tener la habilidad de comunicarse de manera efectiva y contundente son características que nos abrirán las puertas en cualquier lugar. Debemos tener presente que por fortuna vivimos, dependemos y crecemos por el contacto con la gente. Nuestro éxito siempre será directamente proporcional a la forma en la que tratamos a los demás. No debemos permitir que los problemas, la vida agitada, la timidez, el miedo y la falta de comunicación nos priven de disfrutar de la creación más bella y rica del universo: EL SER HUMANO. |
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