| Reflexiona unos segundos y piensa por qué hay personas
que se salen con la suya y otras que
no logran vender sus ideas.
Hay errores que cometemos al comunicarnos que se van
acumulando, los seguimos cometiendo y no sabemos
cómo remediarlos.
Estos son los vicios más comunes al hablar en público,
ya sea ante una o mil personas.
Se aplica igual si lo haces de manera virtual o presencial.
- Pensar que los nervios de los primeros minutos van a
seguir igual o van a aumentar.
- Iniciar con frases "impactantes" lejanas a tu público.
- Romper el hielo de manera inadecuada, no siempre
un chiste o broma funcionan.
- Pedir que nos presenten con frases pomposas como
"fulanito nos va a dar una plática magistral".
Realmente los únicos que pueden calificar de magistral
a una persona son el público y... al final.
- Hablar con una voz débil y temblorosa.
- Arrastrar las palabras, no pronunciar bien y no abrir
la boca al hablar.
- Utilizar una voz plana sin tonos y matices.
- Llenar los silencios con muletillas como "eeeee, este"
y cerrar las frases siempre preguntando,
¿no, si, me entienden?
- Hablar con palabras técnicas y domingueras solamente
para impactar.
- Poner las manos en poses falsas y artificiales como
formar un triángulo con ellas.
- Hacer movimientos corporales vacíos y robotizados.
- Matar, robotizar el cuerpo y no utilizarlo de forma
congruente con el mensaje.
- Estar jugando con los pies y pararse de forma inestable.
- Tocar obsesivamente la ropa, el pelo, la barba.
- Traer cosas en la mano para estar jugando con ellas.
- Ver al punto en el infinito.
- Explicar y responder preguntas sin ninguna capacidad
de improvisación y agilidad mental.
- Hablar de forma rígida y almidonada y no mostrar
ninguna emoción.
- Hablar de trámite, sin pasión, ponerse en automático
porque "ya me lo sé", "soy experto en el tema".
- Ser inflexible y no adaptar el tema, los ejemplos y
el lenguaje al público.
- Presentar de manera desordenada las ideas sin una
secuencia lógica.
- Cerrar el mensaje de manera poco efectiva y sin dejar huella.
- Desaprovechar elementos como las historias humanas,
las metáforas, las comparaciones y ejemplos.
- Abusar de números y cifras. No dar equivalentes.
- Utilizar de forma incorrecta y excesiva las ayudas
audiovisuales o apoyos externos.
- Eliminar el sentido del humor y no aprovechar todas
sus variantes según el tema y el público.
- Permitir que el público se distraiga y no hacer nada hasta
que ya es muy difícil tomar el control.
- Reaccionar de manera agresiva o enojarse ante una persona
o público negativos.
- Dejar que nos roben el "show" y no demostrar liderazgo,
control y seguridad.
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